lunes, 23 de mayo de 2011

Es el momento del RC Celta de Vigo

El Deportivo de la Coruña ha descendido a Segunda División.

Después de 20 años militando en la máxima categoría del fútbol español, el club que preside Augusto Cesar Lendoiro dice adiós a la élite y se adentra en los infiernos de la categoría de plata.






Analizando la situación desde el punto de vista celeste no puedo más que pensar en que esta es la oportunidad que el Real Club Celta de Vigo estaba esperando. Oportunidad que el señor Mouriño no puede dejar escapar para que el Celta se convierta en el principal equipo de Galicia.

La mala situación del Celta en los últimos años ha hecho que poco a poco hayamos creado una estructura de cantera sólida. Las categorías inferiores se están trabajando bien y los frutos ya vemos
que se están cosechando. Con este cambio de política los jóvenes futbolistas gallegos saben que si fichan por el Celta se apostará por ellos. Esta es una baza muy importante. Aunque el Dépor quiera cambiar su política y decida apostar por el trabajo de cantera, nosotros les llevamos tres años de ventaja. Además, su filial está en Tercera, con la consiguiente pérdida de atractivo.

No conozco al dedillo las joyas que tiene el Dépor en la cantera
pero, al margen de Rochela y Juan Domínguez, que seguramente estén la temporada que viene en el primer equipo, no veo en el Dépor B a ningún jugador que apunte al primer equipo.

Nosotros, además de tener asentados a varios can
teranos en el primer equipo, en la cantera tenemos a jugadores tan prometedores como Jota, Mateo, Lede, Víctor Vázquez, Borja, Peña, Soto, etc. Además, las generaciones del 94, 95 y 96 prometen mucho. La máquina está engrasada. Eso sí, hay que seguir manteniéndola y cuidándola.



Ante esta situación, y siempre y cuando el Celta no ascienda, nos encontramos a un Celta con una base sólida de jugadores a la que habría que sumar un par de incorporaciones de calidad y una cantera de la que año a año se puede nutrir el primer equipo.

En cambio, en el Dépor seguramente se vayan muchos jugadores. Los únicos seguros que hay de momento son Manu, M
anuel Pablo, Aythami, Rochela, Seoane, Michel, Saúl, Valerón, Juan Domínguez y Lassad. Puede que también Aranzubia y Riki. Habría que hacer muchos fichajes para completar la plantilla.

Con una (supuesta) deuda de casi 90 millones, Lendoiro va a tener que atinar mucho. Es cierto que recibirán 10 millones
de compensación y 2,5 por los derechos de televisión. Pero también lo es que el Dépor tiene deudas con muchos clubes y jugadores.

Hacer un equipo con tantas marchas e incorporaciones no será fácil. Casi todos los clubes que descienden tardan en adaptarse a la división de plata. El nuevo entrenador del Deportivo tendrá que armar un equipo en poco tiempo y conseguir resultados desde el principio, ya que un mal arranque puede ser catastrófico en un club cuya obligación es ascender.

Frente a este panorama el Celta tiene que sacar provecho. Es ley de vida. Ahora es el momento de cambiar las tornas, dejar de estar en un segundo plano y aprovechar para alzarse como el equipo de Galicia. Dando continuidad al proyecto y manteniendo robusto el trabajo de la cantera iremos por el buen camino.

El Villarreal es un buen espejo. Poco a poco, paso a paso (firme, eso sí), ha ido desarrollando una estructura sólida. Ahora su trabajo está encaminado a ganar aficionados y para ello, intenta quitárselos a clubes vecinos como el Valencia, Levante o Castellón.



Sería bonito que las nuevas generaciones crecieran sabiendo que el Celta es el mejor equipo de Galicia.



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